Quizá alguna vez haz priorizado a tu pareja antes que a ti misma, dejado a un lado lo que te gusta para que la persona que está contigo se sienta cómodo aunque tú no lo estés del todo, y entonces, pierdes algo, olvidas a alguien y esa eres tú, ¿y qué cosas es probable que pierdas?, el autoestima, la identidad, tu bienestar, equilibrio emocional, hasta la dignidad… ¡apuestas todo por aquella persona! ¿Luego que te queda?.
El amor no es entregarte completamente, el amor es compartir y danzar juntos al mismo ritmo, donde quizá en algún momento uno pueda marcar el paso y guiar al otro, pero dar la oportunidad que para la siguiente o a la mitad melodía él te pueda dirigir por donde o cómo bailar, es así como podríamos entender de una forma analógica las relaciones.
Sucede que muchas de las ocasiones eliges a personas muy similares a los anteriores, ¿por qué será? Quizá haya alguna característica en específico que haga que permee en toda su personalidad, un ejemplo de ello sería calladitos o muy parlanchines, y es posible que busques a personas de ese estilo, entonces… ¡todos te parecerán muy similares!, sería como elegir siempre un tipo de fruta sin darte la oportunidad de probar otras por temor a que no te gusten.
Eliges a personas con características parecidas, ya sea con las mismas adicciones (alcohol, cigarro, drogas, etc), violentas, infantiles o con el mismo estilo de suegra, donde quizá no sea el tipo de suegra sino el estilo de crianza, pero lo haces sin darte cuenta.
En algunas ocasiones hemos escuchado discursos que hablan acerca de las mujeres y el latente instinto de protección, lo cual me cuestionaría esto, puesto que la sociedad nos ha vendido esa imagen, aunque en diversas ocasiones también ha sido cuestión de aprendizaje es decir que de esa forma se les ha enseñado, posiblemente seas la más grande de tu familia o la única mujer entre el grupo de hermanos y en familias tradicionalista aún se sigue pensando en que ellas tienen que ayudar a que todo esté en orden y entonces cuando crecen en vez de ser la novia o la esposa, parecería que son las madres de sus parejas, ¡te aseguro que ellos no quieren besar ni tener sexo con su madre!.
En vez de caer en ser la salvadora de tu pareja, mejor ocúpate de ti y deja que los demás se ocupen de ellos, de repente invertimos energías y recursos por encima de nosotras, respeta tus necesidades por encima de las necesidades del otro, cada quién tiene que hacer lo suyo, enfoca tu energía hacia ti misma realizando actividades que te gustan sin esperar la aceptación de otros, se capaz de decir no si así lo decides.
Si estás pasando por una situación similar y te gustaría conversar sobre cómo salir de ello me puedes contactar.
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