El amor como libertad

El tema de amor suele ser un tema constante en nuestra vida actual, todos en algún momento nos hemos enamorado y desenamorado con ello, deconstruyendo nuestros paradigmas del amor que es para toda la vida y que si no es de esa forma se desmorona las ilusiones y muchas de ellas van encaminadas más en esas ilusiones y no tanto en las personas que estuvieron con nosotros, pero lo sufrimos como si fueran ell@s. En estas últimas semanas he estado escuchando diversos discursos sobre las relaciones de parejas y lo complicado que puede llegar a serlo.  Cuando para nuestra idea romántica pudiera ser sublime y emblemática, nuestra realidad se torna en algunas ocasiones en tonos desconocidos, pero que volvemos a correr el riesgo cada que podemos en probar esas experiencias.  Un colega lo proponía como historias vistas como rectas matemáticas y como el punto final de las relaciones, simplemente un punto más dentro de nuestras vidas que podríamos elegir verlo como un punto que le da inicio a una nueva historia por escribir ¿interesante no?.  ¿Cuántas veces hemos escrito historias diferentes gracias a esos aparentes finales en nuestras vidas y que parecieran en su momento fatalistas, pero con el paso del tiempo nos damos cuenta que fue lo mejor que nos podía pasar?. Por otro lado me ponía a pensar sobre esas rupturas amorosas, historias fantásticas las cuales pueden hacernos tan felices en este momento pero que en otro momento pudiera ya no serlo así, todos tenemos derecho a cambiar e incluso a errar en nuestras decisiones… Existan discursos sociales que dominan y para ello escuchamos “el amor es para siempre” “hasta que la muerte nos separe”, entre otras, teniendo como reto en esas relaciones encajar dos mundos en uno solo, y he allí el por qué es tan difícil las relaciones, pareciera que aunque seamos talla 11 queremos entrar en la talla 5. Es tan fácil hablar de pareja, lo complicado es llevarlo a cabo y más viviendo en tiempos que se manufactura el amor, donde esa libertad de ser, en algunos casos se pudiera detonar en una incertidumbre sobre ¿quiénes somos? Con respecto a nuestra pareja y no a nosotros mismos. Antes de comenzar a escribirles, leía un libro llamado el amor líquido de Zygmunt Bauman que nos invita a reflexionar sobre las relaciones y que en vez de que ate debe de ser libre, líquido, estrechar lazos pero a la vez no debemos dejarlos tesos para que cuando lo sintamos necesario poder desatarlos, verlo como una oportunidad y esto me hace pensar en el caminar junto con alguien y no atar hasta el punto de asfixiar, sino que en el momento que alguno de los dos no queramos continuar poder tomar el camino que más nos acomode.  De igual forma hablaba sobre las relaciones agridulces puesto pueden ser los más desagradables pero a la vez lo que muchos seres humanos anhelan por lo agradable que puede llegar a ser; pero que siempre se corre el riesgo de no ser lo que nos imaginamos, aunque no necesariamente tiene que ser así pero que vale toda la pena correr ese riesgo puesto podemos conocernos en relación con la otra persona desde diversos puntos o focos. Bauman dice “¿cómo degustar las dulces delicias de las relaciones evitando los bocados más amargos y menos tiernos?; ¿cómo lograr que la relación les confiera poder sin que la dependencia los debilite?, que los habilite sin condicionarlos, que los haga sentir plenos sin sobrecargarlos… Amigos lectores les invito a entrar en instrospección tengan o no pareja, vale la pena ir cuestionándose sobre ustedes... si te gustaría hablar sobre tus relaciones de pareja, de ti o conversar de un tema en específico me puedes contactar por los siguientes medios y agendar una cita.  Twitter: @Psicmarisol  Facebook: https://www.facebook.com/psicsol.ch.es Dale like a la página Psicología, salud y bienestar: https://www.facebook.com/psicsabi?ref=hl y conoce el consultorio Centro Médica Oriente ubicado en: calle 59 No. 626ª x 8 y 10 Fracc. Emilio Portes Gil previa cita al número: 9991720580